Los implantes dentales han supuesto un gran avance en la odontología moderna. Son la solución más efectiva y duradera para sustituir dientes perdidos, devolviendo tanto la función masticatoria como la estética de forma natural y segura.
Un implante dental es una pequeña pieza de titanio que se inserta en el hueso maxilar para reemplazar la raíz del diente perdido. Sobre él se coloca una corona personalizada que imita la forma y el color del diente natural.
El titanio es un material altamente biocompatible, lo que significa que el cuerpo lo acepta sin rechazos. Su resistencia y durabilidad lo hacen ideal para integrarse con el hueso (proceso conocido como osteointegración), garantizando estabilidad y fiabilidad a largo plazo.
La colocación del implante se realiza en una única sesión, mediante un procedimiento mínimamente invasivo y generalmente indoloro. Gracias a la experiencia de nuestros implantólogos y al uso de tecnología avanzada, la intervención es rápida, segura y con un postoperatorio cada vez más cómodo y de recuperación rápida.
En determinados casos, es posible colocar una prótesis provisional el mismo día de la cirugía, lo que se conoce como carga inmediata. Esto permite al paciente recuperar estética y función en un tiempo récord, siempre tras una valoración personalizada.
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